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Desvelando a Matusalén: La historia del árbol más viejo del mundo y otros 10 gigantes eternos

Si pudieras imaginar un árbol vivo tan antiguo como las pirámides de Egipto pero que también ha visto la invención del iPhone, ¿qué aspecto crees que tendría? En las aisladas Montañas Blancas de California, un antiguo pino carrasco llamado Matusalén es el árbol más viejo del mundo. Con una edad estimada de 4.850 años, Matusalén ha sido testigo silencioso del paso del tiempo, soportando innumerables cambios climáticos y acontecimientos históricos. Pero Matusalén no está solo en su antigua grandeza. En todo el mundo, otros árboles milenarios como el tejo de Llangernyw y el olivo de Vouves han resistido igualmente la prueba del tiempo. En este blog, exploramos las fascinantes historias de Matusalén y otros 10 árboles notables que se han convertido en guardianes eternos del patrimonio natural de nuestro planeta.

Todo sobre Matusalén: El antiguo pino Bristlecone

Matusalén, un pino carrasco de la Gran Cuenca (Pinus longaeva), es un monumento al tiempo. Este antiguo centinela ha sido testigo de casi cinco milenios de historia, desde la construcción de las Grandes Pirámides hasta el auge y la caída de imperios. Pero lo que hace verdaderamente extraordinario a Matusalén no es sólo su edad, sino las historias y secretos que guarda entre sus curtidas ramas.

El descubrimiento de Matusalén

Edmund Schulman se prepara para extraer un taladro de incremento de un antiguo pino bristlecone

Edmund Schulman se prepara para extraer un taladro de incremento de un antiguo pino bristlecone.

Matusalén fue descubierto en la década de 1950 por Edmund Schulman, dendrocronólogo (científico que estudia los anillos de los árboles para descubrir diversos aspectos del medio ambiente y la historia, también conocido como detective de árboles). A partir de 1939 y durante el resto de su vida, Schulman pasó todos los veranos buscando los árboles vivos más antiguos de Estados Unidos. A finales del verano de 1953, Schulman abandonó Sun Valley (Idaho), donde el año anterior había localizado un pino limbero (Pinus flexilis) de 1.650 años de edad. De camino a casa, se desvió hacia las Montañas Blancas para ver los pinos viejos de los que se rumoreaba: "A menudo esos rumores habían resultado infundados", observó más tarde. "Pero esta vez no"[1].

El descubrimiento de Schulman fue revolucionario, pues reveló que los pinos carrascos podían vivir miles de años. Aquel verano, Schulman encontró las condiciones ideales para romper la barrera de B.C.: el límite más alejado del borde seco del bosque, afloramientos de roca calcárea y precipitaciones mínimas. En esta zona encontró un árbol de 4.600 años, el tee vivo más antiguo, y lo llamó Matusalén. El árbol recibió su nombre del bíblico Matusalén, de quien se dice que vivió 969 años, símbolo de una longevidad extrema. Sin embargo, mucho antes del revolucionario descubrimiento de Schulman, los nativos americanos, en particular la tribu Paiute, ya conocían estos árboles milenarios.

Historias y leyendas de los nativos americanos sobre Matusalén

La edad y resistencia de Matusalén han inspirado numerosas historias y leyendas. Las culturas nativas americanas han venerado los pinos carrascos durante siglos, incorporándolos a ceremonias que honran los ciclos de la tierra y la interconexión de la vida.

Hace unos 4.000 años, la tribu Paiute de nativos americanos fue la primera en llegar a las Montañas Blancas, donde se encuentra el antiguo pino bristlecone Matusalén. Regresaron con historias sobre la extraña forma de la madera de estos árboles, que podía utilizarse para construir refugios pero no se quemaba fácilmente[2].

Además, aunque la veneración de la tribu Shoshone por el pino erizo no está tan bien documentada como la de los Paiute, utilizaban la resina de los árboles con fines medicinales, creyendo que tenía propiedades curativas que podían curar diversas dolencias. En concreto, utilizaban una cataplasma de brea calentada de pino bristlecone sobre llagas y forúnculos[3].

En diversas tradiciones de los nativos americanos, árboles como el pino erizado se consideran símbolos de resistencia y longevidad. Los troncos retorcidos y nudosos de estos árboles milenarios se ven a menudo como manifestaciones de sus espíritus perdurables. Estos árboles, que viven miles de años, son vistos como guardianes de las montañas, encarnando la resistencia y la fuerza que da sobrevivir en condiciones duras.

¿Por qué es tan viejo Matusalén?

La extraordinaria edad de Matusalén puede atribuirse a varios factores. Las duras condiciones de las Montañas Blancas, caracterizadas por temperaturas frías, fuertes vientos y suelos pobres en nutrientes, contribuyen a la longevidad del árbol. Estas condiciones ralentizan el ritmo de crecimiento, lo que da lugar a una madera densa y rica en resina, resistente a los insectos, los hongos y la podredumbre. Además, la capacidad del árbol para entrar en un estado de latencia durante condiciones desfavorables le ayuda a sobrevivir a través de siglos de cambios ambientales.

Conservar los árboles antiguos: Matusalén y más allá

La ubicación exacta de Matusalén se mantiene en secreto para protegerlo de posibles daños y garantizar que este árbol milenario permanezca intacto. Escondido en algún lugar a lo largo de los 7,2 kilómetros del sendero Methuselah, en las Montañas Blancas del Bosque Nacional de Inyo (California), el paradero exacto del árbol se desconoce y las autoridades evitan publicar fotos del mismo. Preservar este secreto es crucial para mantener a los turistas demasiado entusiastas alejados del Matusalén y de árboles similares. Sin embargo, los turistas no son la única amenaza. La sequía más grave en el Oeste en más de 1.200 años ha matado a los pinos carrascos cerca de Matusalén, mientras que los escarabajos de la corteza están atacando a otros carrascos antiguos[4] El cambio climático inducido por el hombre podría crear una "tormenta perfecta" de amenazas para estos árboles, con calor extremo, sequía y un mayor riesgo de incendios forestales.

La historia de Matusalén es extraordinaria, pero no es el único árbol milenario que ha resistido el paso del tiempo. En todo el mundo hay otros árboles extraordinarios que también han resistido milenios. Viajemos a través del globo y exploremos las historias de estos otros 10 gigantes eternos, cada uno con su historia y significado únicos.

Otros árboles vivos antiguos del mundo

  1. Sarv-e Abarqu (Sarv zoroastriano) - Un ciprés iraní de 4.000 años de antigüedad, también conocido como ciprés de Abarqu, es uno de los organismos vivos más antiguos de Asia.
  2. Tejo de Llangernyw - Antiguo tejo situado en el patio de la iglesia del pueblo de Llangernyw, en el norte de Gales, con una edad estimada de entre 4.000 y 5.000 años.
  3. Olivo de Vouves - Situado en la isla griega de Creta, este olivo milenario tiene al menos 2.000 años, y algunas estimaciones lo sitúan por encima de los 3.000 años.
  4. Jomon Sugi - Árbol de criptomerias situado en la isla de Yakushima (Japón), cuya edad se estima entre 2.170 y 7.200 años.
  5. Alerce (Fitzroya cupressoides) - Encontrado en Chile, algunos ejemplares de este árbol tienen más de 3.600 años.
  6. Patriarca da Floresta - Árbol gigante de Cariniana legalis en Brasil, cuya edad se estima en más de 3.000 años.
  7. Castaño de los Cien Caballos - Situado en el monte Etna, en Sicilia, se cree que este castaño milenario tiene entre 2.000 y 4.000 años.
  8. Jaya Sri Maha Bodhi - Una higuera sagrada en Anuradhapura, Sri Lanka, plantada en el año 288 a.C., lo que le confiere más de 2.300 años de antigüedad.
  9. Alerce Milenario - Un árbol de Fitzroya cupressoides en el Parque Nacional Alerce Costero de Chile, cuya edad se estima en unos 3.646 años.
  10. Senador (ciprés de los estanques) - Antaño uno de los cipreses más antiguos y altos de Estados Unidos, con una edad estimada de unos 3.500 años antes de ser destruido por un incendio en 2012.

En defensa de los árboles: Proteger a nuestros gigantes eternos

Estos árboles milenarios son algo más que maravillas biológicas: son monumentos vivos a la resistencia y la belleza de la naturaleza. Proteger estas maravillas naturales es esencial para preservar la historia y la biodiversidad de nuestro planeta para las generaciones futuras. Más allá de su majestuosa presencia, estos árboles proporcionan una valiosa información sobre la historia climática y medioambiental de nuestro planeta. A través del estudio de sus anillos de crecimiento y mecanismos de supervivencia, los científicos aprenden sobre las condiciones climáticas del pasado, los cambios ecológicos y el impacto de la actividad humana a lo largo de milenios.

Conociendo y apoyando los esfuerzos de conservación, podemos garantizar que estos gigantes atemporales sigan siendo guardianes de nuestro patrimonio natural.

En Stand For Trees nos dedicamos a la conservación y protección de estos increíbles monumentos naturales. Tu apoyo nos ayuda en nuestra misión de conservar los antiguos bosques del mundo y los majestuosos árboles que los habitan. Únete a nosotros para defender los árboles y salvaguardar el legado de los seres vivos más importantes de nuestro planeta. 

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