Datos clave
- 120 especies de aves migratorias utilizan los bosques de Guatemala como su principal hábitat de invernada o de tránsito
- Más de 1.000 personas se han beneficiado de los servicios sanitarios a través de las clínicas móviles en una zona que no tenía acceso a la atención sanitaria regular en el pasado
- Se pretende apoyar cerca de 720 puestos de trabajo, el 30% de los cuales deben ser ocupados por mujeres
Más información
Con ecosistemas que van desde los bosques tropicales de tierras bajas hasta los premontanos, pasando por los humedales, los manglares y las lagunas, los bosques del Caribe guatemalteco albergan una belleza y una biodiversidad extraordinarias. El litoral forma parte del Corredor Biológico Mesoamericano, un puente terrestre natural de Sudamérica a Norteamérica y un corredor migratorio para cientos de especies de aves. La agricultura y la ganadería han reducido la cubierta forestal original en un 65%. El proyecto protege el resto abordando las causas de la deforestación mediante la aplicación de la ley, la planificación del uso del suelo, la educación, el desarrollo económico y la agrosilvicultura sostenible. Cientos de propietarios de tierras, que abarcan toda la costa del Caribe, se han unido para proteger casi 54.500 hectáreas de bosque y evitar la emisión de 18 millones de toneladas de CO2.
Foto de la rana: Carlos Vásquez.
Impactos del proyecto
Biodiversidad y ecosistemas
El Corredor Biológico Mesoamericano es vital para las migraciones bianuales de las aves. Se han documentado 504 especies de aves en la zona del proyecto, y 120 especies dependen del corredor para realizar sus viajes. El proyecto también pretende mejorar la aplicación de la ley, continuar la vigilancia biológica en curso y concientizar sobre los valores de la biodiversidad a través de la educación.
Desarrollo comunitario
El proyecto está transformando la vida de 3.250 familias, incluidas más de cien comunidades locales e indígenas que participan activamente en su ejecución. Los agricultores reciben formación, financiación y apoyo empresarial para desarrollar sistemas agroforestales sostenibles para cultivos como el xate, el cardamomo, la pimienta, la canela, el lichi y el rambután. Más de 1.000 personas se han beneficiado de los servicios sanitarios, y el proyecto está ayudando a la población local a conseguir títulos de propiedad de la tierra, continuar su educación y obtener formación laboral. También está desarrollando una red de lugares de ecoturismo y reservas ecológicas en la región.
Reducción de emisiones y certificaciones
La Costa Caribe de Guatemala evitará la emisión de 18 millones de toneladas de CO2 a lo largo de sus 30 años de vida, validada y verificada según el Estándar de Carbono Verificado (VCS). También ha alcanzado la categoría CCB Gold por sus excepcionales beneficios para la biodiversidad.
Especies en peligro de extinción
El proyecto protege el hábitat de una gran cantidad de mamíferos y reptiles, incluidas treinta especies de alto valor de conservación (AVC) como el jaguar, el tapir de Baird y el manatí antillano, cuyos hábitats están amenazados por la presión económica en la región. La zona también alberga 504 especies de aves y un corredor para 120 especies de aves migratorias.
